Paseamos por la luna clavando los tacones, recogiendo estrellas con que adornarnos el pelo las unas a las otras, entre risas y confesiones susurradas. Un aire cósmico acaricia nuestras mejillas y os miro, orgullosa de estar tan cerca de vosotras, mientras encogéis la expresión del rostro, retando al suave frío lunar. Nunca pensé que llegásemos tan lejos, pero aquí estamos todas, en la luna, con nuestros cestos llenos de estrellas. Yo os colocaré las más bonitas enredadas en vuestros cabellos de ángeles, sí, como agradecimiento por haber recogido mis pedazos en algunas ocasiones y haberme recompuesto con ese cariño que solo vosotras sabéis regalar -con manos firmes y amorosas, con regazos hospitalarios, con miradas cómplices y sonrisas de astro-. Me acerco, veréis qué guapas, y veo que a vuestro lado ensombrecen las estrellas de mi cesto. Nos miramos todas, pasmadas, y nos reímos, ¡qué cabeza la nuestra! A veces se nos olvida, pero somos luz.
domingo, 2 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Sí, Laura, sí: somos Luz, pero de la Blanca. Somos halógenas, incandescentes y resistentes porque el filamento de nuestra alma es de Wolframio.
Si me quedo a oscuras sé que sólo he de mirar la palma de mis manos y ahí estaréis: irradiando luz blanca y trazando líneas en mi vida.
Oye, últimamente estamos todas un poco Flower Power, ¿no?
Petons
La bombilla de tu lámpara mágica...
Jeje! Flower Power o Friends power?
Me ha encantado, sobre todo los cestos llenos de estrellas y la metáfora de arreglarnos el pelo las unas a las otras, es cierto.
...Y saber, pensemos lo que pensemos y vivamos lo que vivamos, que siempre habrá un hueco para sentarnos con nuestras coletas bajo un gran árbol y compartir eso, la vida.
Publicar un comentario