lunes, 2 de junio de 2008

HOY ES DISTINTO -CIAO-

Hoy es distinto, porque percibo tu marcha ya no como algo doloroso, sino como algo apetecible. Hoy quiero que desaparezcas. Ciao. Que te vayas de una forma clara y limpia, pero inexorable. Sin reproches, sin enfados, sin amargura. Que recojas todas tus excusas y te las lleves contigo, que yo ya no las necesito. No olvides tus halagos, tus "mañana" y, por supuesto, tus rabietas. Llévate también tu voz, que ya no dice nada (me pregunto en qué punto tus palabras perdieron su significado, y me cuestiono si acaso alguna vez lo tuvieron), y esa especie de cuento que intentas forjar a tu alrededor y del cual te sientes protagonista.
Lo cierto es que yo quise creer en ti. ¿Por qué ibas a mentirme? Y creí creer en ti. Pero ya no queda nada. No hay nadie al otro lado del teléfono. Y hoy es distinto porque no duele. Hay pequeños detalles en la vida que, a pesar de parecer insignificantes, nos deslumbran por su rotundidad, marcándonos el camino. Y yo, tras percibirlos como un jarro de agua fría, cambio de ruta, elijo otra cosa. ¿Qué exactamente? Bien bien no lo sé, algo que no sea esto. Es lo único que tengo claro. Lo pienso, lo siento, y por eso hoy es distinto. Ciao...

No hay comentarios: